domingo, 25 de agosto de 2013

CAPÍTULO 6- ÁNGELA




-Bueno listilla, ¿y cómo piensas salir?
-Fácil.-respondo yo, con aires de superioridad. Grace no dice nada más porque sabe que no le voy a decir nada más y también sabe que pronto lo descubrirá. En diez minutos llegamos a nuestro destino. Es un gran castillo negro. En cuanto Grace lo ve dice:
-¿Hades?-parece algo nerviosa.-Pero Ángela, si nos descubren estamos muertas.
-Me da a mí que no estás nerviosa por eso, Grace.-le digo. Grace se sonroja y ya no dice nada más. Una vez en el portón del castillo unas sombras con figura humana nos escoltan hasta el patio principal.
-Grace, Ángela, os esperaba.- de entre las sombras sale un chico que aparenta dieciséis en edad humana. Tenía un aspecto bastante exótico: los ojos azules, con una especie de cosa dorada en el centro (como nunca había estado cerca no sabía muy bien que era), el pelo negro, era alto y moreno, cosa que era poco común en el infierno (ser moreno, no ser alto, y también como Grace era morena aparte de belleza también era exótica). Pero lo que más aspecto extraño le confería eran sus alas grises. Sí, grises. Y no me voy a poner a decir adjetivos filosóficos como grises como el cielo anubarrado o grises como la ceniza y mucho menos grises como el mar enfurecido porque no soy de esas. Sus alas son grises porque es la unión de un ángel y un demonio. Estas uniones no son muy frecuentes pero suceden. Normalmente los hijos de esta unión salenmás tirando a ángeles que a demonios y los llaman medio-ángeles. Pues bien, a este podríamos llamarle medio- demonio. Nos podrían matar porque Satanás piensa que salió más ángel que demonio. Y hay unas siluetas negras fuera porque estas uniones salen sin capacidad y Hades se ha entregado a la magia negra. Y se llama Hades por lo mismo que yo. No decidió su nombre.
-¿Nos esperabas?-pregunta Grace, entre extrañada y nerviosa.
-Oh si, querida. He adivinado que teníais cierto interés por un alfeñique que traspasó la frontera. Pues bien, el muy estúpido se ha dejado atrapar. Ahora mismo está golpeando una puerta de hierro. Se debe pensar que es muy fuertote. Y también puedo ayudaros a salir del inframundo. Pero….
-Pero no lo vas a hacer gratis.-concluyo yo.
-Ahí le has dado, guapita.-al oír eso Grace pierde toda su inseguridad y salta:
-Oh si, por supuesto que lo va a hacer gratis. Me debes una desde lo de Santa Mónica.
-Oh, vamos, si lo de Santa Mónica no fue culpa mía.-contesta Hades, indignado. Yo sigo la conversación como un partido de tenis (que por cierto, no sé lo que es, pero me acuerdo de haberle oído la expresión a alguien).
-Vamos, Hades, claro que fue culpa tuya. Aquel ornitorrinco ni podía estar ahí ni ser tan agresivo.
-¿Qué pasó en Santa Mónica?
-No preguntes.-responden a la vez.
-¿Entonces?-Grace cruza los brazos y mira a Hades. El duda unos instantes. Entonces resopla y dice: está bien, lo haré gratis. Pero con una condición. Le miramos expectantes hasta que dice.-debéis llevarme con vosotras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario